Diagnóstico

En muchos casos el ojo seco está infradiagnosticado y permanece sin tratamiento. Debido a que son varios los factores que pueden desencadenar esta enfermedad, es fundamental hacer un buen diagnóstico para indicar el tratamiento más idóneo a cada paciente. Sin embargo, no existe una prueba diagnóstica única que se pueda utilizar con éxito por sí sola. Como profesionales de la visiónes esencial disponer de los conocimientos y del equipo necesario para su debido diagnóstico y tratamiento.

En el centro COVER disponemos de la experiencia y de la última tecnología para un completo manejo clínico del paciente con ojo seco; ya que con la reciente incorporación del equipo de multidiagnóstico Keratograph 5M (Oculus) podemos realizar una combinación de diferentes pruebas objetivas, destacando la evaluación minuciosa de las glándulas de meibomio, cuya disfunción da lugar a ojo seco del tipo evaporativo, que es el de mayor incidencia, y subjetivas de la película lagrimal (JENVIS DryEyeReport) junto a un completo análisis de la topografía corneal para adaptar con éxito todo tipo de lentes de contacto personalizadas, así como para indicar el tratamiento más conveniente en pacientes con sequedad ocular.

Algunas de las pruebas específicas que nos permite realizar este equipo son:

  • Medición de la altura del menisco lagrimal (TMH).
  • Medición del tiempo de ruptura lagrimal no invasivo con Keratograph (NIKBUT).
  • Análisis del enrojecimiento conjuntival (R-Scan).
  • Cuestionario subjetivo (como OSDI, McMonnies, ...).
  • Exploración de las glándulas de Meibomio (Meibo-Scan).
  • Análisis detallado de la capa lipídica de la película lagrimal (TF-lipidy TF-dynamic.
  • Medición de los pliegues conjuntivales paralelos al párpado (PCPP).

 

 

Análisis de las glándulas de Meibomio con luz LED de infrarrojo, donde podemos observar el ojo de un paciente con disfunción de dichas glándulas. Esta alteración provoca un ojo seco evaporativo por deficiencia en la capa lipídica de la lágrima.

 

Tiempo de ruptura lagrimal medido mediante la proyección de los discos de plácido del topógrafo sobre la propia lágrima del paciente. En este caso, el tiempo de ruptura lagrimal tras parpadear es normal, es decir, la lágrima de este paciente tarda el tiempo suficiente en evaporarse y por ello, se aprecian anillos concéntricos y un mapa de color verde uniforme.

 

Misma prueba anterior, pero en otro paciente diferente. En este caso, el tiempo de ruptura lagrimal es demasiado corto y en la prueba se marca con zonas en rojo. La lágrima de este paciente permanece poco tiempo en su ojo y generará síntomas de sequedad ocular.

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