Una vez realizadas todas estas pruebas debemos valorar los resultados y los síntomas que presenta cada paciente para detallar el tipo y la severidad de ojo seco de cada paciente y en función de todo ello, indicaremos el tratamiento más personalizado posible en cada caso. Dicho tratamiento debe ir desde educación al paciente sobre su condición, intentar mejorar sus condiciones ambientales, hacer un uso responsable y apropiado de los dispositivos electrónicos y hasta una dieta equilibrada.
Por otro lado, y de manera complementaria, es muy beneficioso el uso lagrimas artificiales preferiblemente sin conservantes y con la composición (viscosidad, osmoralidad y tensión superficial) más adecuada para cada caso. Otros fármacos como corticoides o antiinflamatorios pueden ser indicados por el oftalmólogo en casos más avanzados de ojo seco.
La mayoría de los pacientes afectados con esta condición suelen tener alterado el borde de los párpados y es cuando será necesario aplicar determinados tratamientos para mejorar la higiene de dichos párpados y restablecer la capa lipídica de la lágrima natural. Actualmente, se están llevando a cabo tratamientos con muy buenos resultados, basados en luz pulsada y con aplicación de calor de una manera controlada para mejorar la disfunción de las glándulas de meibomio, cuya aportación a la estabilidad de la lágrima es fundamental para disminuir los síntomas de ojo seco y también para mejorar el uso de lentes de contacto.
Por último y no por ello menos eficaz, es el tratamiento del ojo seco mediante la adaptación de lentes de contacto esclerales. Son lentes RPG con un gran diámetro, lo que permite crear un espacio entre lente y córnea que es rellenado con un líquido especial para el tratamiento del ojo seco. De manera que mientras el paciente lleva la lente puesta, su ojo está hidratado y al retirar dicha lente, disminuyen los signos y síntomas de sequedad. En el centro COVER tenemos gran experiencia en la adaptación de este tipo de lentes especiales.